
domingo, 12 de mayo de 2013
Encontré a una princesa
Ya era medio día, y la tristeza seguía dentro de mi. Terminé de despedirme de los amigos y salí con los abrazos y los besos en las manos. No sabía a donde ir. No sabía que quería hacer... caminé por debajo de un parqué de geranios, podía ver las raíces de los árboles, la casa de los conejos, los surcos de las hormigas, ahí oía los pasos de los niños, el sonido de las ruedas de las bicicletas, a lo lejos alguna sonrisa, y seguí caminando. Había luz que se escurría junto al agua que humedecía todo, cada gota era un prisma de mil colores, y a la inversa de arriba, debajo era todo muy luminoso... seguí el olor de la tierra húmeda por la lluvia, saltando pequeños riachuelos, atravesando manantiales transparentes hasta que me topé con un muro de piedras, no podía trepar, era una viga o una columna, no sé, de lado a lado no había por donde ir, no creí que las palabras mágicas podrían abrirla, así que me apoye para pensar y.., empecé a subir.....una galería de piedra, muy fría, muy rugosa, muy silenciosa, subía sin límite, era oscuro... tenía miedo, pero no podía detenerme, sujeté bien mi muñeca y seguí el viaje.
Luz, un poco de luz, se detuvo el ascensor, no podía ver nada por el brillo, no sé cuanto tiempo viaje por la galería, no sabía si estaba arriba o al ras del suelo, pero había luz, una ventana en la pared, era circular con una cruz encima, la habitación era redonda, con 12 lados lo cual hacía que la acústica sea especial y fantástica, el techo era como una cúpula llena de flores negras y rojas, crecían del revés. El suelo, tenía azulejos de colores amarillos, verdes, azules, era poco práctico, pensaba que ahí haría mucho frío en invierno, y mucho calor en el verano, pero aún no sabía donde estaba... me asomé a la ventana , estaba alto pero solo veía el cielo, ¿Dónde estaba?. Extrañamente no tenía miedo. puse a mi muñeca en el suelo y me senté con ella. Tendría que despertar del sueño.
toc toc, pasos? una puerta? el techo? toc toc toc, cada vez más cerca, se oía por los 12 lados de la habitación, miraba y no sabía por donde venían.. toc, toc, toc, de pie, miré el borde de la ventana... una llave? si no hay puerta. ¿Para qué una llave?. toc, toc, toc, toc...y apareció una pequeña con cabellos marrones, largos, lacios, su vestido del medioevo, como el de mi muñeca, más bonito, más antiguo. Llevaba sombrero, sus zapatitos de charol, pantis a juego... se deslizó desde el techo, entre las flores y me sonrío... Ohh!! era una princesa, más bonita que las muñecas. Nos miramos, no decía nada, sonreía, supongo de ver mi cara de asombro, cogió a mi muñeca y la miró sonrosada se parecía mucho a ella. Me tendió una manita, tibia, suave, pequeña... yo con la mano húmeda y gigante alcancé a darle mi dedo meñique y lo apretó con fuerza.
Tomó la llave y abrió el suelo....

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